segunda-feira, setembro 18, 2006

Georg Christoph Lichtenberg

Se deberia investigar con más frequencia aquello que generalmente es olvidado por los hombres, aquello que no miran y suponen ya tan conocido que no lo consideran digno de investigación alguna

Un reloj que, al dar un cuarto, dijera siempre a su proprietario: tu..., al dar la media: tú eres...., los tres cuartos: tú eres un... y a dar la hora: tú eres un hombre.

Me han dicho que quando está escribiendo alguna recensión tiene siempre las erecciones más violentas.

Tres agudezas y una mentira hacen hoy en dia a un escritor.

El hombre era tan inteligente que casi no se le podia utilizar para nada en el mundo.

El animal que se ahoga en una lagrima.

Quien tenga dos pares de pantalones, que se venda uno y compre este libro.

Aquel libro produjo el efecto que habitualmente producen los buenos libros. Hizo más ingenuos a los ingenuos, más inteligentes a los inteligentes, y los otros, varios miles, permanecieron inmutables.

En realidade me fui a Inglaterra para aprender a escribir alemán.

Hasta los mortos viajan una vez al año alredor del Sol.

La gran regla: si lo poquito que dices no tiene en si nada extraño, dilo al menos un poquito extrañamente.

La superficie más entretenida de la Tierra es, para nosotros, la del rostro humano.

Miradas nuevas a trevés de los viejos agujeros.

Hay gente capaz de creer en todo lo que quiere: son criaturas felices!

Realmente hay mucha gente que lee sólo para no tener que pensar.

Era un chiquillo estupendo: con apenas seis años ya sabia rezar el Padrenuestro al revés.