segunda-feira, setembro 18, 2006

Georg Christoph Lichtenberg, II

Si a un hombre juicioso se le puede dar un golpe y atontarlo, no veo por qué a un tonto no se le podría dar otro y volverlo inteligente.

Al que está enamorado de si mismo, su amor le ofrece al menos la ventaja de que no llegará a tener muchos rivales.

Marivaux a un mendigo sano: "No puede usted trabajar?" Y el mendigo: Ah! Mi querido señor! Si supiera lo perezoso que soy, seguro que se apiadaria de mí." Esta sinceridad le gustó tanto que le dio una limosna.

Hay muchísimos hombres más desdichados que tú. La frasecilla no te proporciona un techo bajo el qual vivir, de acuerdo, pero sí el suficiente para refugiarse cuando cae un aguacero.

Ningun invento le ha costado menos trabajo al hombre que el del Cielo.

Lo importante no es que el sol nunca se ponga en los domínios de un monarca - algo de lo que en otros tiempos se jactaba España -, sino lo que pueda ver a su paso por ellos.

Teoria de los pliegues en una almohada.

Se habla mucho de Ilustración y se desean más luces. Pero, de qué sirve tanta luz, Dios mio, si la gente no tiene ojos, o, si los tiene, los cierra intencionadamente?

Un patíbulo con un pararrayos.


Aforismos, Traducción de Juan del Solar.

2 Comments:

Blogger dragão said...

Há uma tradução portuguesa, bastante boa, desta magnífica obra na colecção Livros B, da Estampa.

sábado, setembro 23, 2006 4:54:00 da tarde  
Blogger JMS said...

Eu sei. Apenas utilizei a espanhola porque inclui uma selecção muito mais ampla dos aforismos do Lichtenberg. A portuguesa é boa, mas muito delgadinha ... sabe a pouco.

sábado, setembro 23, 2006 7:38:00 da tarde  

Enviar um comentário

<< Home